lunes, 9 de abril de 2012

¡Josefina, déjame descansar y no resbales más!


¡Josefina, déjame descansar y no resbales más!



Yo que ya me había despedido por el día de hoy con la entrada anterior pero nada, que los políticos no me dejan descansar. ¿Podrían dejar de hacer panchos por un solo día, por favor? Si así están en plena veda electoral, no me quiero imaginar cómo se pondrán las cosas cuando empiece lo chingüengüenchón de las campañas electorales. ¡Esta pluma no se va a dar abasto (y no es albur)! 

¿A qué viene todo esto?, se preguntarán mis 5 lectores (le gano por uno al buen Catón. Si no lo conocen, no saben de lo que se pierden). Pues bien, resulta que hace apenas unos minutos, u horas (si a duras penas sé el día en que vivo con mucha más razón confundo las horas del día, ¡el tiempo no lo es todo en esta vida!), Josefina (no tengo que especificar ya los apellidos, ¿verdad?) anduvo de visita por el Tec de Monterrey, campus Estado de México, y bueno… esta mujer de verdad, ¡de verdad!, tiene que irse a hacer una limpia a Catemaco, aunque si no le alcanza o no tiene el tiempo, que vaya aunque al Mercado de Sonora. Perdonen que haga tanto preámbulo pero me gusta hacerla de emoción.

Bueno, el chiste es que Josefina asistió a la renombrada institución para dar una conferencia ante la plana estudiantil y académica, pero ¡oh, fortuna!, no contaba con que 2 jóvenes pubertos (dicen las malas lenguas que uno todavía moja la cama y que el otro hace poco lo comenzó a hacer, #quienentendióentendió) la increparían duro y directo (¿recuerdan ese pésimo programa de nota roja que se transmitía hace unos diez años?, pues así de chafa estaba el asunto en la sala de conferencias) al decirle: “Muchas de las cosas que dijo no son verdad, no impulsó ninguna reforma ¿por qué pensar que ahora sí lo hará como presidenta?” (¡glup! *trago saliva*). 

Josefina se fue haciendo chiquita, chiquita (aunque no lo crean, aun puede encogerse más), y no supo ni qué responder. Agarró la tangente y dijo “de aquí no me mueven”. Pero como dicen por ahí, “cuando no tengas algo bueno que decir, es mejor quedarse callado”. ¡Tal vez fue esa la que aplicó Josefina! 

No sé si haga falta recordar (y si no, no importa, lo hago de todas formas), los tropezones de la candidata los últimos días en sus interacciones con universitarios. Primero, cuando fue al ITAM, dijo que “nadie era perfecto” y que por eso había estudiado en la Ibero (¡golpes abajo de la cintura no, por favor!)… a ver qué le dicen cuando quiera ir para allá. Y después sacaron a la luz su tesis en donde decía que la UNAM era un monstruo. A Chepinita hay que recordarle que el voto joven es voto útil y no está sabiéndoselo ganar (punto menos para ella, punto más para nosotros). Si quiere mayores informes puede visitar con gusto (o sin gusto, eso ya depende de usted) los siguientes links: Reprueba Vázquez Mota en universidades, Increpa alumno a Josefina

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